Nutrición en pacientes bariátricos

Todo paciente con diagnóstico de obesidad que quiera realizarse la cirugía bariátrica debe  ser evaluado por el Nutricionista Clínico que le permita a través de un plan balanceado hipocalórico iniciar la modificación de hábitos de alimentación y situarlo en un peso adecuado para poder someterse a dicha cirugía, así como también mejorar las comorbilidades, la esteatosis hepática de estar presente y corregir alguna deficiencia de nutriente de ser detectada.  El tratamiento nutricional, permitirá al paciente adquirir nuevos hábitos alimenticios (masticación, consistencia de los alimentos, duración del tiempo de comida, etc)  que lo preparen para la cirugía y que le ayuden a mantener el peso adecuado posterior a la misma.

La evaluación nutricional busca instruir al paciente con una dieta hipocalórica previa a la cirugía como entrenamiento en el manejo posterior a la misma.

Posterior a la cirugía, el paciente tendrá varias fases de alimentación, que se iniciarán desde el momento que comienza a tolerar la vía oral hasta recibir una dieta de consistencia normal con el fin lograr la adecuada cicatrización, pérdida de peso, asegurar el aporte proteico y alcanzar  el peso saludable o ideal. Además deberá cumplir la suplementación de vitaminas y minerales para evitar deficiencias e incorporará la actividad física como hábito de vida. El paciente debe asistir a la consulta nutricional mensualmente durante un año para su seguimiento.

Es indispensable el cumplimiento de las indicaciones nutricionales pre y postoperatorias y los controles requeridos para el éxito de la cirugía bariátrica.

Lic. Joselin Díaz
Nutricionista Clínico

Ser "gordito pero feliz" no es tan bueno como pensabas

Un estudio presentado a la Sociedad Americana del Corazón (AHA) por la Dra. Tiffany Powell, del Centro Médico de Dallas de la Universidad de Texas Southwestern (EEUU) reveló que el 8% de los obesos (casi 1 de cada 10) está satisfecho con el tamaño de su cuerpo y no creen necesario perder peso e incluso aún, no tendrían problema en seguir aumentando. En este sentido es frecuente escuchar expresiones tales como “Yo soy gordo pero feliz”, “Quien me quiere de verdad me acepta así” o “Yo me siento bien tal como soy”. Si bien estoy totalmente de acuerdo con el amor propio y el aceptarse a sí mismo, el estereotipo del gordito feliz –tan arraigado en nuestra cultura- puede ser una bomba de tiempo en el aspecto médico. ¿Por qué digo esto? En este mismo estudio, de ese grupo de pacientes cuya percepción es que sus cuerpos estaban sanos, un 35% presentaba la tensión alta, el 15% tenía el colesterol alto, el 14% sufría diabetes y el 27% además fumaba. No conforme con esto el grupo de obesos que no admitían serlo eran menos propensos a acudir al médico. Un 44% de ellos no acudió el año anterior. Pero de entre aquellos que de hecho sí acudieron a consulta, el 62% no reconocían que su médico les recomendó algún tipo de cambio en la dieta. Con esta información podemos darnos cuenta que existe un nuevo problema de percepción errónea que quizás sea un objetivo crucial para el tratamiento y prevención de la obesidad.

Pero ¿Qué es la obesidad? Y ¿Por qué sus consecuencias son mucho más importantes que un simple problema cosmético o de autoestima? La obesidad es una condición crónica (que ocurre en el transcurso de años), originada de muchas causas pero que se caracteriza por la acumulación excesiva de grasa en el cuerpo. La OMS (Organización Mundial de la Salud) define su diagnóstico cuando el IMC o índice de masa corporal (un cálculo entre la estatura y el peso del individuo) es igual o superior a 30 kg/m². También se considera signo de obesidad un perímetro abdominal en hombres mayor o igual a 102 cm y en mujeres mayor o igual a 88 cm. ¿Estos individuos presentan realmente alguna diferencia además del peso y talla al compararlos con individuos no obesos?. Hay muchísima información científica que demuestra que al compararlos con individuos de peso normal, el riesgo de morir es directamente proporcional al grado de la obesidad: desde 34% en obesos grado II hasta 77% en obesos grado III; es decir y para ponerlo de una manera más simple: un obeso tiene por lo menos 3 veces más probabilidades de morir a causa de los siguientes trastornos: alta presión arterial, infarto, problemas respiratorios, elevación de las grasas en la sangre, diabetes, cáncer y problemas articulares entre otros. Por esta razón es que el Instituto de Salud de los Estados Unidos la considera una enfermedad, que disminuye la calidad y expectativa de vida de quienes la sufren.

Pero el panorama no es del todo sombrío, la pérdida de peso puede deshacerse de la mayor parte de los daños causados por exceso de grasa corporal y reducir los factores de riesgo para el cáncer y las enfermedades del corazón,  de hecho, los estudios han demostrado que perder tan solo el 15% de su peso corporal mejora tanto la salud general del corazón como los niveles de colesterol, incluso más que los medicamentos con receta en muchos casos. Aquellos que pierden peso y hacen ejercicio con regularidad han demostrado tener ocho veces menos probabilidades de morir de cáncer o enfermedades del corazón y un 53% menos propensos a morir de otras enfermedades. Incluso si lleva varios años poner en práctica un estilo de vida saludable, los resultados a largo plazo valdrán la pena. Así que piénselo mejor, consulte a un especialista, coma mejor, ejercítese y de esta forma no sólo estará feliz por cómo luce sino porque será una persona saludable, que es lo más importante.

MANUAL PARA PACIENTES

Descarga esta guía en PDF donde podrás encontrar una explicación sobre los principales conceptos, tipo de cirugía y aclarar la mayor cantidad de dudas respecto a la cirugía bariátrica. 

Todo lo que necesitas saber de cirugía bariátrica.pdf (1623455)